"Ashton sabía todo lo que se podía saber de la tecnología con la que estábamos trabajando en la película, incluso en términos históricos. Recuerdo entrar en el set de rodaje y ver cómo Ashton cogió un procesador de ordenador que formaba parte del decorado y dijo: 'Esto no existía entonces. Fue inventado dos años más tarde'", reveló el director del filme, Joshua Michael Stern, al periódico Wall Street Journal.
Pese a sus conocimientos sobre la materia y la minuciosa preparación de su personaje, Ashton no ha tenido reparos en mostrar sus dudas en relación a la acogida que el público dará a su interpretación de todo un referente en el mundo de la tecnología.
"La gente va a ver la película y seguramente pensará que hay algunos aspectos de su personalidad [de Steve Jobs] que no he conseguido plasmar a la perfección. El problema es que este hombre era muy misterioso y hay multitud de perspectivas sobre su estilo de vida y sobre su personalidad", admitió el extrovertido actor al mismo diario.
Además de suponer un reto interpretativo, encarnar a Steve Jobs también supuso un gran desafío físico para el artista, ya que Ashton acabó en el hospital tras someterse a la misma dieta de frutas que seguía Jobs en vida, algo que hizo en un intento de acercarse al personaje en todos los aspectos.
"Quería canalizar su personalidad a través de mi interpretación. Quería hacerlo de forma honesta y fiel a la realidad sin caer en la glorificación del mito o la crítica", explicaba el actor previamente al diario The Hollywood Reporter.
Su pasión por la tecnología es tal que Ashton es inversor de grandes empresas, como Uber o Spotify.
Por: Bang Showbiz