Montealegre decide invitar a su amigo Rodrigo a una salida familiar al campo, a la que Connie le dice a su amiga Silvia que la acompañe. Cuando él está cocinando, su esposa se da cuenta que no pensó en ella al momento de escoger la comida y se molesta, mientras él intenta disculparse y arreglar la embarrada.
Sin embargo, el que aprovecha la tensión de pareja para quedar como un príncipe es Rodrigo, que se va hasta el pueblo para conseguirle a Connie una carne que sí pueda comer.