Este ganador de la segunda temporada de La Voz Kids en 2015 tenía 11 años cuando se presentó por primera vez en uno de estos escenarios, esta vez con 18 años está dispuesto a demostrar que su voz sigue siendo bastante talentosa.
Afirma que el haber estado en dicho programa fue uno de los momentos más importantes de su vida, pues marcó un antes y un después, tanto en su carrera como en sus sueños.
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Para él, su familia es la principal motivación para salir adelante, por lo que se conmueve al escuchar a su padre mientras le brinda palabras de motivación para salir al Tocadiscos.
Ante esto, recibe el mensaje de su padre, quien revela que siempre se le aguan los ojos para expresar lo que siente por él, pues no encuentra palabras para describir lo que su hijo representa para todos.
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Luisma, con lágrimas, dice que se siente afortunado de tener unos padres que lo apoyan incondicionalmente. Luego, recibe el amuleto el cual es el primer acordeón que le regalo la mamá cuando él tenía dos años, exaltando que es muy importante para él porque es como regresar al pasado.
Como estrategia, decide que le va a cantar a Marbelle porque revela que desde pequeño ha escuchado su música y la considera como una persona exigente.
Al terminar de cantar, se arrodilla y agradece a Dios, para luego confesarle a los mentores que siente mucha presión por haber sido uno de los ganadores de La Voz y que estar en el Tocadiscos lo llena de nervios, aunque su sueño es más grande que eso.
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