Esto fue lo que lograron nuestros “Correcaminos”: Cesar, Mateo y Diego los tres cracks que nos representaron en el reto más parchado y delicioso, recorrer Europa a punta de trueques con latas de Red Bull.
Salieron de Estocolmo junto con 40 equipos más para dar inicio a la travesía. Desde el principio tenían claro que seguir la fórmula que estaban usando los otros concursantes solo iba a hacer que se retrasaran en tiempo. Mientras 39 equipos corrieron a la estación de tren, ellos se fueron calmadamente a la estación de buses, sonriendo y echando el cuento de que iban con Red Bull en un concurso de trueques consiguieron sus primeros tiquetes, los que los llevaron a la estación de check points en Dinamarca.
Allí dejaron todas sus pertenencias, les entregaron un celular con la app del RBCYMI con los mapas de las ciudades, una lista de actividades que al hacerlas les daba más puntos en la competencia, un gps y lo más importante de todo: las 24 latas de Red Bull con las que empezaron sus primeros trueques. Ganaron puntos desde el inicio haciendo cualquier actividad que se les pasaba por el camino. Empezaron bailando en estaciones, consiguiendo contactos para hacer más retos y caminando por horas hasta llegar a lugares que podían darles puntos adicionales.
Durante un trayecto en bus se hicieron amigos de un chico que sin pensarlo dos veces les dio el contacto de los encargados del Skydiving de Gothenburg. Aunque el tiempo no les daba pues la propuesta de los dueños del lugar era para el fin de semana - varios días después-, decidieron que no importaba el lugar en donde estuvieran, volverían pues se habían craneado una estrategia para ganar visitas en redes sociales con el video de ese salto. Ya todo estaba fríamente calculado. Pero sobre todo porque Cesar nos había prometido algo. ¿Recuerdan el perfil que les hicimos días antes de su partida? Cesar lo dijo clarito: “Me dan miedo las alturas, pero si conseguimos lanzarnos de un avión prometo que lo hago”.
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Y así sin más, se pusieron unos trajes de animales para hacer más divertido el proceso. Con los nervios a flor de piel y el tiempo corriendo, sacaron sus mejores alas y se tiraron del avión; lograron lo que querían: muchos puntos, shares en redes y visitas a su perfil, pero sobre todo darle check a un reto más y tachar de la lista de miedos de sus vidas uno más. (Aún nos deben un reto que prometieron hacer, tatuarse los tres lo mismo en conmemoración a este viaje)
Los retos fueron variando: lanzar hachas, cocinar, saltar lagunas con palos y dormir las noches en sillas de buses y trenes. Como incidencia y aunque no les va a gustar que lo contemos, solo hasta el cuarto día de viaje se pudieron bañar. Pero tranquilos que llevaban desodorantes de sobra, nos representaron muy bien.
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Pero no todo fue tan fácil, la llegada a Alemania fue muy dura, ya llevaban varios días de cansancio, maletas al hombro y los alemanes nos les prestaron mucha atención, no los escuchaban, no los ayudaban y los dejaron literalmente en visto todo el tiempo.
Decidieron que era hora de ponerse trajes y bailar para conseguir que alguien los llevara, sin embargo, perdieron mucho tiempo, además no lograron pasar el reto del check point y perdieron unos puntos que los hubieran llevado a un lugar más arriba en la tabla de posiciones.
La entrada a Holanda fue la más complicada pues ya no eran solo ellos. Los casi 200 concursantes estaban guerreando por llegar a Amsterdam y se metieron todos en las estaciones de trenes. Esta razon hizo que la seguridad de las estaciones bloqueara el acceso pues “los de Red Bull” se estaban metiendo sin pagar.
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Aprovecharon el tiempo en Amsterdam e hicieron una clase en una universidad frente a más de 20 estudiantes. Sin pena, sin complejos, con el único objetivo de encontrar los puntos que les faltaban. Aunque no quedaron en el primer lugar lograron el puesto número 8 entre todos los concursantes (200). Estos cracks supieron cómo romperla.
Nadie comprando un tiquete podrá conocer, vivir, reír y sentir la experiencia que nosotros logramos a punta de caminatas y Red Bull. Esta es nuestra mejor experiencia de vida”.
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