Mientras el equipo de producción ajustaba detalles para la llegada de los 24 participantes colombianos que fueron escogidos para esta aventura de Asia Express, me volé a darle una mirada rápida a esta ciudad que, les confieso, me intimida un montón.
El tráfico es caótico, mucha gente por todas partes, y el hecho de no entender absolutamente nada de lo que dicen ni las señales, ni los avisos, ni la gente, te hace muy vulnerable. ¡La cantidad de motos es atortolante, son hordas!
Nos fuimos con Hi (se dice JAI), un productor local simpático y amigable que lo primero por lo que nos preguntó fue por James Rodríguez y ahí tratamos de enseñarle a pronunciar bien el Rodríguez, que para ellos no es nada fácil por su fonética y su lengua, jejeje. Una buena forma de romper el hielo con estos amigos vietnamitas.
Hi nos llevó al corazón de esta urbe: el lago Hoan Kiem. Un pequeño pulmón que quisiéramos tener aquí en nuestras ciudades colombianas. Limpio, tranquilo, el espacio ideal para caminar, tomarse una siesta, almorzar con los compañeros de trabajo, comerse un helado y hasta mango biche, un sitio delicioso y bonito. (Ver: [Fotos] la primera mirada a Hanói, capital de Vietnam )
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Allí me encontré con Lam, un artesano que hace maravillas con los chopsticks, también llamados palillos chinos o palillos vietnamitas, como quieran decirles; yo en mi ignorancia todo el tiempo le he dicho palillos chinos. Sus obras pueden verlas en facebook.com/hontre.bamboo , se los recomiendo muchísimo.
Qué maravilla conocer sitios que en la vida imaginé visitar, como esta ciudad. Hanói tiene muchísimo para explorar y disfrutar: restaurantes por montones porque la comida vietnamita tiene fama mundial... pero no tenemos tiempo ahora, debemos ir a reclutamiento de trabajo.
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Ahhh, pero antes de entrar al hotel nos encontramos con una cantidad de personas jugando bádminton en las aceras, un deporte muy popular en Asia, que nosotros conocemos en mi tierra como GALLITO. Me encantó ver cómo los adultos mayores se entretienen y hacen deporte; al parecer es muy común instalar una malla, sacar las raquetas, el gallito y salir con los nietos y los amigos a sudar un rato.
Esta noche saldremos a caminar un poco por los alrededores del hotel a ver qué nos encontramos.
¡Chao!