Al ver que Loli tiene nuevos hábitos alimenticios y está mejor que nunca, Teo le pide a su hijo Alejandro que le haga una terapia. Él acepta y en primera instancia le asegura que deberá cambiar su forma de comer, ingiere muchas grasas.
Después de varios exámenes y un análisis exhaustivo descubre algo que ni la ciencia podría explicar, el estado de salud de Teo no podría estar mejor. Al parecer su forma de vivir la vida es la clave para tener los chacras alineados.