Como la niña mimada y caprichosa que es, María José llega a la casa de Alejandro para hablar con su suegra sobre el terrible comportamiento de su novio desde que se fue a Barranquilla. Ella no puede creer que él no sea capaz de llamarla durante todo el día.
Su conclusión termina siendo que a Alejandro le debe estar pasando algo terrible en esa ciudad para comportarse así.