A Juliana, integrante del Club 10, el niño Dios se le adelantó con un piano nuevo, sin embargo, esta jovencita no deja de pedirle salud y amor para todos sus seres queridos.
Estas fechas para ella son sinónimo de teatro, alegría, luces y mucho amor, pues las vive en compañía de sus amigos de teatro y de su familia quien comparte una bella tradición, "en mi casa nunca pueden faltar las doce uvas que comemos a la media noche del 31, y siempre me pongo una prenda amarilla, porque creo que es de buena suerte” agrega entre risas Juli.
Fuente: Prensa canal Caracol