Los fracasos amorosos que ha sufrido Moncho lo han llevado a tocar fondo y a perder el norte de su vida, el costeño se ha refugiado en el licor y en mujeres extrañas para superar sus tusas, pero nada surte efecto. Las cosas para él se complican cada vez más.
Sin embargo, Lorna se apiada de su exnovio y lo cuida durante su borrachera, lo que le incomoda mucho a su familia, pues creen que está poniendo en riesgo la relación que mantiene con Gustavo.