En su intento por salvar a Mabel, Felicito se entera que fue el mismo Tiburcio, su propio hijo, quien lo ha traicionado y le ha hecho la vida imposible escondiéndose tras la máscara de ‘La Arañita’.
Pese a la confesión de Guillermo José, nadie cree esta versión y solo Felicito acepta sus palabras como verdad y termina enviando a Tiburcio a la cárcel.