Felicito se ve obligado a participar en las elecciones para alcalde en Girardot y lo hace junto a todo su equipo de campaña. Sin embargo, en el gran día no logra ganar y el resultado desfavorecedor se da por tan solo un voto.
Pero este no es un día triste para los Yanequé. Felicito decide darle lo que más quiere a Tiburcio: la transportadora.