La madre de las Toledo. Creció en el barrio donde está la fábrica, en medio de una familia de clase media baja, que la preparó sin mayores pretensiones, para ser madre y esposa.
El amor de su juventud, fue un tal José al que le decían Pepe. Amor, que se diluyó con la aparición de Octavio Toledo, un hombre apuesto y con medios, en quien de manera inmediata, sus padres fijaron la mirada. El pujante joven, prometía ser un buen partido para su hija, mucho mejor que el pobretón de Pepe. Así fue, como impulsada por sus padres, Elena terminó casándose con Octavio, al poco tiempo nació Natalia, y luego llegaron sus otras dos hijas. A esta mujer, en apariencia, nunca le hizo falta nada, tenía el dinero de su esposo, el reconocimiento de la gente y una casa grande para disfrutar a sus anchas.