Pensando que con la muerte de Claudio puede ir a la cárcel, Armida queda libre porque nadie pone ninguna denuncia en su contra, ahora podrá cumplir su sueño de enseñarles a las mujeres su técnica de baile.
Pero no está sola, Mabel se une a ella en este proyecto y así las beneficiarias de esta fundación pueden recibir clases de canto.