Siguiendo el viejo dicho de 'más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer', la popular estrella televisiva Sharon Osbourne ha decidido perdonar a su marido Ozzy después de que el pasado verano se hiciera público que había mantenido una aventura con la estilista Michelle Pugh, cerrando para siempre tan oscuro capítulo de su vida en común y demostrando al mismo tiempo hasta qué punto antepone su relación de 34 años a la traición del roquero
"Todo va bien, estamos trabajando en ello. Me siento una mujer con mucha suerte, tengo una vida dichosa y soy muy afortunada de dedicarme a lo que me dedico. Puede que mi marido sea un 'perro', pero es mi 'perro'. Lo conozco desde que tenía 18 años, y ahora tengo 64, ¿puedes imaginártelo?", declaró la esposa y mánager del líder de Black Sabbath en el programa 'Good Morning Britain'.
A pesar de los meses tan duros a los que ha tenido que hacer frente la matriarca del clan Osbourne tras revelarse la infidelidad de Ozzy, ahora no duda en afirmar que toda esta experiencia ha tenido un impacto muy positivo en ella al hacerle valorar más todo lo que la rodea.
"Me enfrenté a ello y lo superé. Te hace darte cuenta de lo corta que es la vida y de lo importante que es el amor y la familia", añadió.
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El pasado mes de mayo Ozzy y Sharon se separaron temporalmente a consecuencia de la traición perpetrada por el artista, quien reconoció poco después que era adicto al sexo y que se disponía a buscar ayuda profesional para lidiar con un problema que le atormentaba desde hacía seis años. Ahora, el veterano cantante asiste regularmente a terapia para aprender a controlar sus impulsos más primarios.
Los progresos que estaría haciendo Ozzy en su tratamiento habrían contribuido significativamente a devolver al matrimonio Osbourne finalmente a la normalidad, como demostraba la aparición hace unas semanas del músico en el programa 'The Talk', del que su mujer es colaboradora, para sorprenderla con un bonito ramo de rosas con motivo de su 64 cumpleaños.
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"Feliz cumpleaños, mi amor", le deseaba Ozzy, vestido con un elegante traje negro, a una emocionada Sharon antes de que ambos compartieran un bonito beso ante las cámaras.