Lindsay Lohan alcanzó la fama gracias a sus actuaciones infantiles en películas de Disney, pero el éxito la llevó a abusar de las drogas, tener desórdenes alimenticios y llevar una vida llena de excesos que la llevaron a prisión.
Ahora la actriz ha adoptado la religión islámica y ha tratado de manejar un estilo de vida alejado de los reflectores. Sin embargo, aún no logra escapar de los lentes de los paparazzi, quienes están atentos a cada uno de sus movimientos.
Publicidad
El más reciente fueron unas vacaciones en Mykonos, Grecia, donde lució un vestido de baño rojo de una sola pieza que dejaba en evidencia su subida de peso, por lo que fue fuertemente criticada.
Publicidad
Aparentemente, a Lindsay Lohan poco le importa lo que piensen de ella y no se ocultó de los fotógrafos.