El proceso de divorcio de la actriz Mandy Moore y el cantante Ryan Adams ha llegado a su fin después de 17 meses de dura batalla legal para disolver un matrimonio que ha durado seis años.
Según los documentos obtenidos por el portal TMZ, ambos han acordado renunciar a la pensión de manutención que habían solicitado previamente y, en su lugar, repartir todas aquellas posesiones que tenían en común.
Mandy conservará el piso de Beverly Hills y la lujosa mansión de Griffith Park (California) que hasta ahora había compartido el ya exmatrimonio, así como un Toyota Prius de 2012. Por su parte, el músico se quedará con dos vehículos, un Porsche Carrera y un Cadillac del 59, además de su colección de cómics, algunas máquinas de pinball y siete de sus cuentas bancarias comunes.
Aunque la actriz y cantante será quien disfrute a partir de ahora de las viviendas, los muebles en el interior de las mismas tendrán que dividirse entre los dos.
Publicidad
En el terreno profesional, tanto Mandy como Ryan conservarán los derechos de autor de las canciones que compusieron durante su etapa como marido y mujer.
Mandy solicitó el divorcio citando diferencias irreconciliables en enero del año pasado, tras lo cual su expareja y ella misma publicaron un comunicado conjunto afirmando que su ruptura se había producido de forma amistosa y respetuosa.
Publicidad
Por: Bang Showbiz