La rapera Iggy Azalea no está dispuesta a permitir que el resto del mundo, ni siquiera su madre Tanya, la vean derrumbarse tras su ruptura el pasado junio con su prometido, el jugador de baloncesto Nick Young, después de descubrir que este le había sido infiel gracias a las cámaras de seguridad de la casa que compartían.
"Soy una persona dura y no me gusta mostrarme vulnerable, ni delante de mi madre", confesó Iggy a la revista Notion.
Sin embargo, las críticas constantes que la rapera ha recibido tanto antes como después del final de su relación han acabado por pasarle factura, por lo que ahora está planeando retirarse "detrás de las cámaras" dentro de unos años.
"Todo el mundo ve que soporto más mi**da que otra gente en el mundo de la música. No hay duda de ello. No me queda nada horrible por oír sobre mí. Eventualmente me gustaría empezar a producir películas y series de televisión, detrás de las cámaras, y eso es lo que estaré haciendo en uno o dos años", reveló.
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Iggy y Nick se comprometieron en 2015 tras un año juntos, pero las continuas infidelidades del deportista y la filtración de un vídeo en el parecía confesarle a su compañero de equipo, D'Angelo Russell, su escarceos con otras mujeres acabaron rompiendo su relación.
Pero el golpe más duro para la cantante fue descubrir a los pocos días de anunciar el final de su compromiso que la madre del hijo de su prometido, Keona Green, estaba de nuevo embarazada tras haber retomado su romance con Nick en septiembre del año pasado, cuando Iggy y él aún eran pareja.
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"Nadie me había dicho hasta ahora que la madre de su hijo estaba de nuevo embarazada. Si todo esto es cierto, tengo que decir que me acabo de enterar ahora mismo por la prensa. Me siento como si me hubieran pegado un segundo disparo en el pecho y tengo la sensación de que no conocía en absoluto a la persona de la que estaba enamorada. De verdad, la gente de este mundo está jodi** de la cabeza", aseguró Iggy en su Twitter tras descubrir la noticia.
Por: Bang Showbiz