La forma de ser de los hijos está determinada por el momento en el que nacen, según este estudio.
Por ejemplo, ellos afirman que los hijos mayores tienden a ser más responsables, exitosos, organizados, más seguros de ellos mismos.
En cambio, los hijos menores tienden a ser más relajados, más sencillos, más graciosos y además pueden llegar a ser los favoritos de los padres, al recibir más atención que los mayores.
De cierta manera, esto ocurre porque los hijos mayores sienten una mayor carga de responsabilidades, en contraste con los menores, que sienten una mayor libertad.
Cabe aclarar el cuidado de los padres determina estos resultados, que, como todos los estudios, varían dependiendo de los casos.
Por el momento, que nos perdonen los hermanos mayores.
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