A sus 22 años, la caleña Laura González Ospina, señorita Cartagena, fue coronada como Señorita Colombia 2017- 2018 en una ceremonia en el Centro de Convenciones de Cartagena. Esta fue la segunda ocasión en la que la representante de la ciudad anfitriona gana máximo reconocimiento del Concurso Nacional de Belleza tras 17 años.
Laura González Ospina, actriz de profesión, nunca pensó participar en un certamen de belleza, pero una vez tuvo la oportunidad dio lo mejor de sí para representar por lo alto a la ciudad que la vio crecer. Trabajó fuerte junto a su entrenador durante un año, identificando sus fortalezas y aumentando su confianza sobre la pasarela.
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Haber sido seleccionada como Señorita Cartagena cambió su vida, según reveló la actual Señorita Colombia a la Revista Cromos : “Han cambiado muchas cosas. Especialmente la disciplina. Cuando tienes un objetivo claro, marcas un camino y lo sigues”.
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A lo largo de su infancia y adolescencia, la nueva Señorita Colombia tuvo que soportar burlas por su físico, como lo reveló durante su presentación en el certamen. Ahora, valora especialmente la belleza de su rostro.
“Fui la gordita del salón y por eso me hice fuerte y humilde. La belleza no va por fuera y en el fondo sigo siendo la niña gordita que tiene muchos sueños”, aseguró la representante de Cartagena.
Sin embargo, esto no fue un obstáculo para que González pudiera cumplir sus sueños, pues gracias a su participación en la Escuela de Formación Actoral Casa Ensamble de Bogotá logró quitarse de encima todos los prejuicios que la atormentaron.
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Es conocida como Laura Barjum en el mundo artístico y ha participado en diferentes películas, obras de teatro y series de televisión.
Su formación como actriz le ayudó a desenvolverse muy bien durante la ceremonia de coronación, ya que su experiencia ante las cámaras la hizo lucir de forma natural. Además, practicar teatro la ayuda a relajarse.
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Una de las fortalezas más grades de Gonzáles fue la conexión que tuvo con el público, el respeto que siente la obligó a buscar la perfección a la hora de pararse enfrente de ellos.