A pesar de que Josephine Gillan da vida a una prostituta en la serie inspirada en los libros de George R. R. Martin, su vida real no era muy diferente a la que se cuenta en la historia. Esta actriz británica se dedicaba al trabajo sexual antes de terminar como una de las empleadas de Lord Baelish, más conocido como ‘Littlefinger’ o meñique. Gillan aseguró al periódico The Mail que tuvo una infancia complicada y terminó siendo criada por la familia de un amigo, donde tuvo que vivir momentos difíciles:
“Ellos me dieron cannabis y alcohol cuando yo tenía 12 años y la cocaína me atrapó cuando tenía 14”, aseguró a la misma publicación.
Gillan apareció por primera vez en Juego de Tronos en la segunda temporada de la serie, dándole vida a Marei. Además, la actriz confesó que fue violada por un integrante de esta familia cuando tenía 16 años y nunca contó lo sucedido porque temía por su seguridad.
“El me amenazó y me dijo que me enterraría en el jardín si yo le decía a alguien lo sucedido”, comentó la actriz.
Tras todos estos inconvenientes que terminaron por llevarla al mundo de la prostitución, una convocatoria de la famosa serie de televisión le cambiaría la vida.
“Buscaban una mujer sin tatuajes que no tuviera problemas con ser grabada desnuda”, relata la actriz, que inmediatamente aplicó y fue llamada por la producción.
Aunque los nervios le jugaban en su contra, Josephine Gillan superó la adversidad y logró darle un giro a su vida gracias a este papel en Game of Thrones. Actualmente participa en la sexta temporada de la serie y le aseguró al mismo diario que también hará parte de la séptima temporada. Más sobre Juego de tronos
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