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Lorna Cepeda nación en Cartagena, su familia es cien por ciento caribeña, lo que explica su forma de ser alegre. Cuando su madre se enteró de que estaba embarazada de Lorna se llevó una gran sorpresa, pues nadie se lo esperaba. Tuvo una niñez muy tranquila en Barranquilla junto a sus hermanas. La separación de sus padres la afectó mucho, pero a la larga entendió que era la mejor decisión que podían tomar, pues cada uno pudo continuar con su vida. Lorna confiesa que en su niñez era el patito feo de su familia, aunque sea difícil creerlo, pero en su adolescencia la vida la premió con una belleza espectacular.
Desde joven se acercó al mundo del entretenimiento, pues su belleza la hacía brillar frente a las otras jóvenes. Rápidamente descubrió que el camino del modelaje era perfecto para ella, pues tenía la capacidad y el talento para hacerlo. Lorna fue la responsable de que su hermana Angie Cepeda también incursionara en el modelaje.
La actriz estudiaba psicología, pero cuando estaba en mitad de la carrera descubrió que estaba embarazada. Toda su familia quedó conmocionada, pero aceptaron con alegría la llegada del bebé. Tuvo que casarse muy joven, pero esa experiencia no le gustó para nada. El matrimonio fue muy duro para ella, fue víctima de maltrato y su exesposo le causó muchos sufrimientos. Un día se cansó y decidió separarse e irse a casa de su mamá.
Tiempo después viajó a Bogotá para buscar una nueva vida, conoció al manager de su hermana Angie y se enamoró de él.
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Empezó a trabajar como modelo, pero lo que realmente deseaba era convertirse en actriz y ser reconocida. Recibió la oportunidad de hacer un casting para la novela ‘La viuda de blanco’ y la aprovechó de la mejor manera, pero la vida le dio una nueva sorpresa: estaba embarazada por segunda vez, lo que la obligó a parar su vida profesional por un tiempo. Más tarde fue invitada a participar en ‘Padres e hijos’, donde inició su carrera actoral.
Interpretó muchos papeles pequeños hasta que ‘Yo soy Betty la fea’ se cruzó en su camino. Patricia Fernández, personaje que interpretó en aquella novela, la catapultó al éxito nacional. Su carrera tuvo un antes y un después tras darle vida a ‘La peliteñida’.
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El cáncer de uno de sus hijos le marcó la vida, pues la actriz esperaba lo peor, pero su devoción a Dios hizo posible el milagro. Su hijo sanó de un momento a otro y todo parecía regresar a la calma, pero la vida le dio otro duro golpe: la muerte de su mamá.
Paralelamente, su matrimonio se iba deteriorando, pero ella estaba dispuesta a hacerlo todo para salvarlo, pues no quería volver a sufrir el dolor de una separación. Sin embargo, su segundo esposo decidió abandonarla. Una crisis económica la golpeó tiempo después, la falta de oportunidades laborales la obligó a hacer hasta lo imposible para poder mantener a sus hijos.
Tras dos años y medio difíciles, la calma parecía regresar a su vida, pero la actriz tenía que superar un nuevo reto de la vida: le diagnosticaron cáncer en la piel. Lorna le entregó todo a Dios y estuvo dispuesto a aceptar cualquier cosa, fue operada y todo salió bien.
Actualmente, la artista tiene nuevos proyectos laborales en el teatro y está preparando un show llamado ‘Naturalmente rubia’. Es una mujer renovada y está segura de que su fortaleza espiritual la ha mantenido firme ante las adversidades.
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