Ponerse en los zapatos de esta boxeadora no era tarea fácil, ya que ella es una figura muy importante en nuestro país, que puso en alto la bandera de Colombia ante el mundo.
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Así mismo, Paola Valencia aceptó la responsabilidad de aprender sobre este complejo deporte de contacto, en el cual no tenía experiencia, y ponerse los guantes para grabar varias escenas en las cuales debía estar a la altura de
Cabe resaltar que antes de iniciar las grabaciones, esta actriz tuvo un fuerte entrenamiento en esta disciplina olímpica, ya que era necesario que se empapara de este deporte y tuviese muy en claro qué era lo que se requería hacer frente a las cámaras.
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En todo este proceso de preproducción, Paola Valencia tuvo una importante lección, no solamente sobre el boxeo, sino de vida, ya que le quedó presente que debe, siempre, mantener los brazos bien arriba, ya que rendirse no es una opción.
En cuanto a este deporte, tener los brazos por debajo de la cara y sin firmeza representa estar con la guardia abajo y no solo refleja falta de conocimiento en el boxeo, sino que le da oportunidad al contrincante de atacar y obtener una victoria casi que segura.
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Con respecto a la vida en sí, esto plasmó en la actriz una forma de entender, mediante el claro ejemplo de Ingrit Valencia, que uno no puede dejar de luchar por sus sueños e intentar todo lo que sea necesario para vivir de lo que uno anhela, pues a pesar de que siempre habrán obstáculos o personas que lo quieren ver a uno fracasar, está en nuestra entereza salir adelante y demostrar nuestras capacidades.
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Es por ello que Paola Valencia nos habla acerca de todo el proceso de construcción de su personaje, a quien tuvo la oportunidad de conocer, la inmersión que hizo en la vida de esta deportista y los retos que asumió al aprender sobre el boxeo.