La actriz Paula Patton ha solicitado una orden judicial de emergencia que restrinja el acceso de su exmaridoRobin Thicke a su hijo de seis años, Julian, a visitas vigiladas y únicamente durante el día, además de exigir que se le obligue a someterse a controles de droga, una serie de peticiones que han sido denegadas por el juez.
De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso TMZ, la decisión de la intérprete de recurrir a la justicia llega después de que su retoño se quejara en el colegio de que su famoso padre le había azotado en más de una ocasión, lo que provocó que el personal del centro educativo alertara a los servicios sociales de Los Ángeles, que ahora han puesto en marcha una investigación.
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En respuesta, Paula Patton decidió prohibir a la estrella de la música -de la que se separó en 2015 tras una década juntos- ver a su hijo antes de presentar la orden judicial de emergencia. En la declaración que prestó un día después de que Julian hablara con sus profesores, la actriz explica que su hijo le confesó que Robin le había dado unos azotes "muy fuertes" e incluso le hizo una demostración pegándole como lo había hecho este, un golpe que ella describe como "excesivamente fuerte" y doloroso, a pesar de que su pequeño insiste en que su padre le pegó aún más fuerte. Los documentos legales a los que ha tenido acceso el mencionado portal recogen las declaraciones de Paula sobre su exmarido, de quien asegura: "Julian te tiene miedo".
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Un miembro del personal de su colegio también habría revelado que Julian le ha asegurado que Robin le propina "puñetazos" muy fuertes con frecuencia. Por otra parte, una de las niñeras de la familia también habría informado de que había visto al cantante fumando marihuana delante de su hijo en varias ocasiones.
Esas críticas al papel de padre que ejerce el músico se suman a las de su exmujer, quien afirma que el pasado junio se presentó borracho a la graduación de preescolar de Julian, compartiendo bromas groseras y fuera de tono en la iglesia del colegio a las ocho y media de la mañana.
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Sin embargo, el intérprete de 'Blurred Lines' se ha defendido en todo momento de estas acusaciones, asegurando en los documentos presentados por sus propios representantes legales que los castigos físicos que emplea con su hijo se enmarcan en lo contemplado por la ley y en lo que él mismo acordó con Paula durante su matrimonio.
"En raras ocasiones, y solo como último recurso, recurro a los azotes, pero sin fuerza y tal y como lo indica la ley, golpeando con la mano abierta en el trasero. Este es el tipo de disciplina que decidimos seguir Paula y yo cuando estábamos casados", explica en su testimonio.
Desde el punto de vista del cantante, su actual disputa con su exesposa sería una consecuencia de no haberla invitado al funeral de su padre, el actor Alan Thicke, hace unas semanas debido a la mala relación que ambos mantenían.
Por el momento, el hijo del exmatrimonio ya ha sido interrogado en dos ocasiones por los servicios sociales y se espera que hagan lo propio con Robin este jueves por la tarde.
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Por: Bang Showbiz