Con motivo de su 37 cumpleaños, la popular Kim Kardashian consiguió reunir a gran parte de sus más allegados este jueves para disfrutar de una cena de celebración en el exclusivo restaurante Carrusel de Los Ángeles, en la que quiso hacer un guiño a sus raíces armenias con las delicias que degustaron a lo largo de la velada. De esta forma, pudo tener un poco más presente en un momento tan importante a su padre, el abogado Robert Kardashian, fallecido en 2003.
Gracias a los Snapchats que compartieron los invitados, entre los que se encontraban su marido Kanye West, sus hermanas Kendall Jenner y Kourtney Kardashian, su madre Kris y su gran amigo Jonathan Cheban, sus fans pudieron ver la enorme tarta decorada con flores blancas y una fotografía suya con la que le sorprendieron en el momento de los postres.
Las grandes ausentes a la cita fueron Khloé Kardashian y Kylie Jenner, que en las últimas semanas se han mantenido alejadas de la vida social mientras los rumores en torno a sus supuestos embarazos, que marcarían el debut de ambas en la maternidad, continúan persiguiéndolas.
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Esta salida habrá sido sin duda la excusa perfecta para que Kim se relajara y desconectara momentáneamente antes de enfrentarse a los ajetreados meses que le esperan. Según apuntan desde su entorno, su tercer hijo con el rapero llegará al mundo justo a tiempo para navidad, cuando está previsto que salga de cuentas la restante subrogada a la que han recurrido para cumplir su sueño de ampliar la familia que han formado junto a sus retoños North y Saint.
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Al mismo tiempo, la pareja también está preparando su mudanza a la mansión que poseen en la exclusiva urbanización de Hidden Hills, en California, tras tres años de extensas reformas para convertirla en la casa de sus sueños.