La cantante Madonna es plenamente consciente tras más de 30 años de exitosa carrera artística de que una de las razones que le han mantenido en lo más alto del panorama musical durante tanto tiempo reside en su carácter ambicioso y en la disciplina espartana con la que afronta cualquiera de sus proyectos, por eso ahora no ha dudado en reconocer por qué demanda de sus colaboradores más cercanos el mismo compromiso que ella exhibe con el objetivo de alcanzar la excelencia profesional.
"Sé que por lo general soy una persona exigente y difícil para trabajar, y que suelo presionaros demasiado para sacar lo mejor que tengan. Y también sé que muchas veces mi ego está fuera de control, pero qué puedo decir, soy una Leo", aseguró en un extracto del documental sobre los entresijos de su más reciente gira mundial, 'The Rebel Heart Tour', que acompañará a la edición en DVD del aclamado concierto.
Aunque nunca ha negado que su condición de 'reina del pop' le ha llevado a pecar en más de una ocasión de un excesivo afán de protagonismo, hace solo unas semanas denunciaba abiertamente que a las nuevas generaciones se les está inculcando una mentalidad que, a su juicio, otorga más prioridad a la búsqueda de la fama rápida que al objetivo de de desarrollar una sólida trayectoria profesional.
"Yo ya era una celebridad antes de que nacieran las redes sociales, así que para mí la fama no es una pesada carga, sino parte del reflejo y del reconocimiento que he venido recibiendo por mi trabajo. Así funcionaban las cosas 20 años antes de la llegada de esta revolución digital. En mi opinión, la verdadera cosa es que algunas personas están más centradas en hacerse famosas que en trabajar o esforzarse por convertirse en buenos artistas. Ahora es fácil hacerse famoso, lo que resulta todo un reto es crecer como artista sin distraerse o verse consumido por la fama", reflexionaba la ambición rubia en conversación con la revista Love.
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A pesar de que el rumbo artístico que ha seguido durante las últimas tres décadas poco tiene que ver con el mundo de la pintura, el verano pasado Madonna no tuvo reparo alguno en compararse con Picasso al encontrar numerosas similitudes en la actitud con la que, cada uno en sus respectivos ámbitos y épocas, han afrontado su trabajo.
"Me gusta compararme con otra clase de artistas como Picasso. Él se dedicó a pintar y a pintar hasta el día en que murió. ¿Y por qué lo hizo? Me imagino que no dejó de encontrar inspiración para hacerlo. La vida le resultaba inspiradora en todas sus etapas, y creo que necesitaba expresarse. Yo me siento igual, no creo que haya una fecha de caducidad, o un momento concreto en el que expira la creatividad. Yo seguiré trabajando hasta el día en que no tenga nada más que decir", se reafirmaba la diva en una entrevista al diario The Daily Telegraph.
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