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Puede que Jennifer Lopez haya nacido y crecido en las calles del Bronx, pero sus gemelos Max y Emme (6) -fruto de su fallido matrimonio con Marc Anthony- llegaron al mundo en una clínica de Long Island y han crecido en los barrios más exclusivos de Los Ángeles y Nueva York. Así que no deja de resultar comprensible que los pequeños no le encontraran ningún encanto al multicultural barrio cuando su famosa madre les llevó de visita al club Boys & Girls, donde aprendió a bailar siendo niña.
"Fue una locura. Que ahora sea yo la que tiene niños y esté paseando con ellos por ahí... ¡me parece surrealista! Pero es genial. Les expliqué: 'Este es el lugar más maravilloso del mundo para mí'. Y ellos echaron un vistazo alrededor como pensando: '¿Este sitio?'. Pero así es como son las cosas, ese era el sitio donde comenzaron mis sueños", reveló la estrella de la música a US Weekly.
Aunque es consciente de que sus hijos disfrutan de una serie de privilegios con los que ella nunca contó, Jennifer intenta que pasen el mayor tiempo posible en las casas de sus familiares maternos para que no olviden sus raíces.
"Mis hijos se quedan muy a menudo en un apartamento de un dormitorio en el Bronx o en un estudio con sus tías, sus tíos y su abuela. Realmente lo mejor de haber triunfado es que mis familiares, con los que tenía que compartir la cama, ahora vienen a mi casa y todo el mundo tiene su propia habitación y su propia ducha. Mis tías dicen: '¡Jennifer, tienes muchas toallas!'. Todos en mi familia comentan la cantidad de toallas que tengo", explicaba divertida a la revista ELLE.
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