Kim Kardashian parece ser inmune a los efectos que los vuelos transatlánticos tienen sobre el resto de los mortales, como demostró a su llegada desde París al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Aunque es cierto que la estrella televisiva parecía menos sonriente de lo habitual, su vestuario y su maquillaje lucían impolutos, y era imposible detectar una arruga en su blazer blanco o en la camiseta con la que lo conjuntó.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:17 p. m.