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Kelly Osbourne es el ejemplo perfecto de que su sangre roquera no es incompatible con la reinvención de las prendas clásicas, forjando así un estilo ecléctico que le llevó a dar toda una lección de moda en la entrega de los premios musicales de Disney Channel (Los Ángeles). La hija de Ozzy Osbourne estaba perfecta con una sobria camisa blanca personalizada con tachuelas doradas y una falda negra que combinó con un fajín rosa palo, consiguiendo que su irreverente pelo violeta no desentonara con la elegancia del conjunto.
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