La cantante Katy Perry arruinó la fiesta de cumpleaños de unos niños al aparecer vestida como un payaso en medio de la celebración, durante la que golpeó a un hombre con el palo de una piñata y simuló un accidente de coche. Aunque la estrella estaba actuando para la grabación de su nuevo vídeo musical, la mayoría de los asistentes encontró la "broma" bastante inoportuna ya que varios pequeños acabaron llorando desconsoladamente.
Algunos testigos presenciales aseguraron al portal de noticias TMZ que en un principio los invitados no comprendieron qué estaba sucediendo porque se trataba de una fiesta real y no de un montaje con actores, por lo que varias personas terminaron por abandonar el lugar "enfurecidos" con el comportamiento de Katy.
En un vídeo obtenido por la mencionada web se aprecia cómo durante el desafortunado rodaje -que tuvo lugar en el club de campo Knollwood, a las afueras de Los Ángeles (California)- una niña de corta edad rompe a llorar mientras dice: "Mamá, quiero irme de aquí".
Por su parte, la cantante ya había hablado acerca de su particular broma durante una entrevista en el programa de 'Jimmy Kimmel Live', aunque solo se refirió a la parte en que aparecía de incógnito en la fiesta mientras unas cámaras ocultas grababan su intervención, sin mencionar la reacción de los niños.
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"Acabo de hacer un vídeo completamente de incógnito, interpretando a uno de los cinco peores animadores de fiestas del mundo. Estaba harta de rodar vídeos musicales donde aparezco como un objeto sexual", aseguró Katy después de mostrar un adelanto del montaje final, en el que aparece caracterizada como un payaso mientras bebe y eructa ruidosamente.