En 2015 la vida de la actriz Kate Walsh, conocida por su papel de Addison Montgomery en 'Anatomía de Grey', cambió para siempre después de que le descubrieran un meningioma benigno, un tumor cerebral del tamaño de un limón que comenzó provocándole un cansancio fuera de lo común y acabó afectando a su visión y memoria.
"Había estado trabajando un montón, quizás 80 horas a la semana, y también entrenaba muy duro, así que al principio no me sorprendió. Pensé que únicamente debía cambiar mi rutina de ejercicios y que tendría que cambiarla por actividades más sencillas como el senderismo", explica la intérprete acerca de cómo reaccionó ante los primeros síntomas en una entrevista a Cosmopolitan.
"Era casi como si padeciera afasia [un trastorno del lenguaje], pero no era solo que no fuera capaz de encontrar las palabras adecuadas, también perdía el hilo de mis pensamientos, no era capaz de acabar las frases y ahí fue cuando empecé a preocuparme de verdad. Las palabras 'tumor cerebral' ni siquiera estaban en mi radar. Fui a que me hicieran una resonancia magnética, y sabes que el problema es serio cuando no te hacen esperar, sino que te dicen directamente que el radiólogo quiere hablar contigo".
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Tres días después, la actriz se sometía a una exitosa intervención quirúrgica que le hizo dejar a un lado todas sus preocupaciones anteriores para centrarse en lo verdaderamente importante: su salud.
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"Me encanta trabajar duro, y hacer 800 cosas a la vez, y esa fue una lección increíble de lo importante que es el proceso de recuperación. Hice exactamente lo que me mandaron los médicos, les hice un sinfín de preguntas y ellos a cambio me apoyaron mucho", afirma la artista.