Desde que decidiera fijar temporalmente su residencia en Atlanta -donde lleva a cabo la grabación de su nuevo disco de hip hop-, el polémico Justin Bieber habría intensificado durante su tiempo libre el consumo de marihuana y alcohol que en tantos problemas le ha metido últimamente, además de abusar de medicamentos tan delicados como la codeína y la prometazina, que incluso han sido considerados como narcóticos de baja adicción.
"Justin está todo el día colocado. Bebe y fuma más que nunca, creo que la situación se le está yendo de las manos y que sus seres queridos deberían empezar a tomar cartas en el asunto", aseguró un confidente al portal de noticias TMZ.
A pesar de que en "raras ocasiones" se le podría ver sobrio, la estrella del pop sería al menos capaz de mantenerse concentrado en el estudio de grabación, como indica el mismo informante, lo que por otro lado, le impide continuar con la búsqueda de una nueva vivienda -por el momento ocupa una mansión de alquiler- después de haberse visto forzado a abandonar su residencia de Calabasas (Los Ángeles) por sus enfrentamientos con los vecinos.
De esta forma, parece que Justin Bieber no tiene ninguna intención de hacer propósito de enmienda y, menos aún, de poner fin a la errática conducta que ha exhibido en los últimos meses, un comportamiento que, entre otras cosas, le llevó a pasar unas horas en el calabozo de una comisaría de policía por conducir a toda velocidad y bajo los efectos del alcohol.
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