Ni siquiera una leyenda musical de su talla resulta invulnerable a los estragos del paso del tiempo, por lo que Julio Iglesias se ha visto obligado a dar un giro en su vida para compensar las limitaciones que el paso del tiempo ha ido poniendo a su desempeño sobre los escenarios.
"Todo son sacrificios diarios. Me encanta comer, pero ya no como demasiado. De beber vino, pues más bien poquito. Toda mi vida, hablando físicamente, es mucho más difícil. Solamente cantar se ha ido volviendo cada vez más sencillo", confesó el cantante al periódico O Globo.
Siendo uno de los pocos artistas que continúa en activo a los 70 años, Julio quiere apresurarse a saldar lo antes posible la deuda personal que mantiene con gran parte del público que le ha apoyado a lo largo de su carrera, entre el que destacan sus admiradores brasileños, una tierra a la que regresa este mes con su mayor gira de las dos últimas décadas consciente de que bien podría ser su última incursión sobre los escenarios cariocas.
"Voy a hacer una gira en Brasil, la mayor en veinte años, porque bien puede ser la última que haga. Lo positivo es que ahora la manera de sentir el escenario es muy diferente a hace 40 años. Esta va a ser la primera ocasión que los brasileños vean principalmente un espectáculo de canción, con una relación mucho más equilibrada entre cabeza y corazón", concluyó.
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