El legendario Julio Iglesias no quiere ni oír hablar de la palabra 'retirada' a pesar de que se aproxima a los 74 años de edad, como ha puesto de manifiesto al publicar un nuevo disco de versiones de clásicos mexicanos y anunciar su regreso a los escenarios, pero eso no impide al madrileño reflexionar abiertamente sobre aquellos nombres de la música contemporánea que, a su juicio, habrían recogido el testigo para mantener vivo su legado.
Aunque podría resultar sorprendente teniendo en cuenta que es su hijo, lo cierto es que a la hora de elaborar una lista de 'sucesores' Julio descarta automáticamente a su vástago Enrique -el intérprete más exitoso que se desprende de su extensa prole a día de hoy- y en su lugar menciona a otros artistas más "cercanos" a su estilo, como lo fue en su día el ahora denostado Luis Miguel , y el cantautor malagueño Pablo Alborán .
"Mi hijo Enrique canta cosas muy diferentes de las mías. A Pablo Alborán sí le veo cercano. Le veo con mucho talento, mucho más que el mío, seguramente. Y a Luis Miguel le veía muy cercano a mí hace veinte años", confiesa el extrovertido vocalista al diario Sur.
Dejando claro que nunca podría considerar a Enrique Iglesias su heredero artístico al haber forjado este una prolífica trayectoria completamente al margen de la de su padre -lo que desde luego tiene mérito, dada la alargada sombra de su progenitor- Julio tampoco ha tenido reparo alguno a la hora de buscar otros posibles candidatos en el seno de su familia, concretamente entre los hijos que tiene con su esposa Miranda Rijnsburger.
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"Miguel, el mayor, que ahora tiene 20 años, no está por la labor. Aunque nunca se sabe, tampoco veía a Enrique ni a Julio José. Rodrigo, de 18, sí, toca la guitarra y el piano, canta, escribe y pasa mucho tiempo en mi estudio de grabación. Pero tengo un hijo pequeño que pronto cumple 10 años que toca la batería con el swing de un profesional. Es un músico que lo lleva en la sangre", se sincera en la entrevista.
A lo largo de esta década, muchos han sido los periodistas y aficionados que han aprovechado las frecuentes giras mundiales en las que se ha embarcado el artista para interesarse sobre el día en que anuncie que se baja definitivamente de los escenarios, una posibilidad que él no ha dejado de rechazar tajantemente aludiendo al hecho de que es precisamente el trabajo lo que le mantiene vivo.
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"El escenario es el elixir que me hace sentir más joven. Es un lugar donde siento emociones maravillosas. Si de repente tuviera que dejarlo, me moriría vivo", sentencia en su conversación.
Por: Bang Showbiz