Por muy infalible que sea una combinación de prendas, al abusar tanto de ella la fórmula acaba por dejar de funcionar, y en el caso concreto de Jessica Alba, llega incluso a provocar bostezos. El gran problema del amor que la actriz siente por los colores flúor y los estampados veraniegos es que siempre transmite la impresión de llevar el mismo conjunto en todo momento, por muy redondo que le haya quedado. Esa es la razón por la que la falda de dibujo tropical y el top azul que eligió para llegar a su hotel de Nueva York no pasaban de ser uno más de sus estilismos, en lugar de toda una lección de moda.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:06 p. m.