Jairo Camargo ha interpretado un gran número de personajes memorables en cine, teatro y televisión, rara vez habla de uno de sus roles más personales: el de padre. Y es que, según él mismo lo admite, ese capítulo de su vida no fue ni planeado ni fácil.
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La paternidad de Jairo Camargo
Su hija llegó cuando él tenía apenas 23 años y no tiene problema al decir que: “fue un accidente”. En ese momento, asumir la noticia no solo fue difícil para él, sino también para su familia: “Sabía que mi papá iba a estar decepcionado”, cuenta.
Se casó joven y comenzó a trabajar de inmediato, intentando asumir una responsabilidad para la que reconoce, no estaba preparado: “me parece una irresponsabilidad ser papá sin prepararse. Yo no tenía idea de cómo hacerlo”, confiesa.
En ese entonces, su vida giraba en torno a muchas cosas, menos a la paternidad. Con el tiempo, y tras una separación, su hija decidió irse a vivir con él. Sin embargo, sus compromisos laborales le dejaban poco espacio para compartir tiempo de calidad con ella: “estaba ocupado, y ella estuvo mucho tiempo sola. No sabía mucho de su vida en ese momento. Es algo que lamento”, admite.
Para Jairo, la paternidad no ha sido esa experiencia mágica que muchos idealizan: “hasta cierta edad uno los cuida, pero ya de grandes deben hacerse cargo de sí mismos”, opina. Aun así, con los años, la relación con su hija ha mejorado y hoy en día es buena.
Cuando habla de sus nietos, también es directo. “No soy el abuelo tradicional. Ellos no son mi responsabilidad. Ese es problema de sus papás”, dice, aunque dejando claro su punto de vista: tener hijos sin estar preparados es, para él, una gran irresponsabilidad.
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