Aunque se crió en una casa con todas las comodidades y alejada de las zonas marginales de Medellín, J Balvin nunca ha terminado de identificarse con el resto de 'niños bien', pero por muchos tatuajes y cadenas que lleve tampoco consigue ser visto como uno más en "el barrio". Sin embargo, él se siente muy a gusto viviendo entre dos mundos sin encajar del todo en ninguno.
"Me siento como un camaleón porque a veces voy 'pal' barrio y me pueden ver como el rico, pero voy y comparto con el rico y me ven como el del gueto. Percepciones. Me gusta pasarlo así, de un lado al otro. Me siento igual de cómodo en ambos mundos", afirma el reguetonero en una entrevista a The FADER.
A pesar de su infancia privilegiada, el intérprete sabe muy bien lo que es trabajar duro gracias a la temporada que pasó viviendo en Estados Unidos como inmigrante ilegal. Por eso quiso ser uno de los primeros en criticar públicamente al empresario Donald Trump tras sus comentarios ofensivos sobre los inmigrantes mexicanos ya que, desde su punto de vista, "la dignidad no es negociable".
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"Yo me sentí muy ofendido por el comentario de [Donald Trump] porque yo también trabajé ilegalmente en Estados Unidos pintando casas y arreglando techos. Yo no era narcotraficante o violador como dijo él. También me consta que la gente trabajando conmigo era gente buena que trabajaba por un sueño. Luchando y luchando. No tenía que pensarlo dos veces [antes de responder a Trump]. La dignidad no es negociable", explica el colombiano.
Por: Bang Showbiz
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