Jennifer Lawrence, Rihanna, Cara Delevingne y otras de las celebridades que el pasado mes de septiembre vieron cómo sus fotos de carácter más íntimo eran difundidas en internet tras sufrir un ataque informático en sus cuentas de iCloud [sistema de almacenamiento online de Apple], se han cansado de pedir con buenos modales que las imágenes en las que aparecen desnudas sean borradas de la web, por eso sus abogados han empezado a tomar medidas algo más duras, como amenazar con demandar a Google por 100 millones de dólares, ya que según los representantes legales de las artistas el gigante informático "ha generado millones a costa de la victimización de las mujeres".
El abogado Marty Singer ha escrito una dura carta a los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, así como al que fuera director de la empresa hasta 2011, Eric Schmidt y a los abogados que representan a la compañía, en la que los acusa de "comportamiento poco ético y premeditado". Según la sección Page Six del diario New York Post, el documento continúa diciendo que Google ha fallado a la hora de "actuar de forma inmediata y responsable en la eliminación de las imágenes a sabiendas de que estaban facilitando y perpetuando una conducta ilegal, además de haber ganado millones a costa de la victimización de las mujeres".
Esta no es la primera vez que el abogado de las artistas se pone en contacto con Google, porque hace cuatro semanas ya solicitó a la compañía que eliminase las imágenes, a la que siguieron varias peticiones más en tono conciliador, pero a día de hoy muchas de las fotografías aún continúan en BlogSpot y YouTube, ambas propiedad de la empresa estadounidense.
"Google sabe que las imágenes son robadas. Material de carácter privado y confidencial que ha sido conseguido de forma ilegal y difundido por depredadores pervertidos que están violando el derecho a la privacidad de las víctimas. Mientras tanto Google ha tomado medidas escasas o nulas para detener estos abusos. Debido a que las víctimas tienen valiosos derechos publicitarios, ustedes [Google] no hacen nada... salvo ingresar en sus cuentas millones de dólares a través de publicidad en internet. Su interés es capitalizar este escándalo más que detenerlo", explicó Marty Singer al diario.
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