La reina Isabel II cumplió el pasado domingo 88 años de vida entre vítores y aplausos de los cientos de ciudadanos que salieron a las calles de Londres para festejar tan importante efeméride, pero las felicitaciones que ha venido recibiendo estos días también han llegado de otros muchos puntos del planeta, como de Corea del Norte.
Firmada por el segundo cargo más importante en la arquitectura institucional del país, el presidente de la Asamblea Suprema Kim Yong-nam, la nota no solo expresaba el deseo de las autoridades norcoreanas de que la reina disfrute de una salud de hierro en los años venideros, sino también su esperanza de que llegue un tiempo de "prosperidad" para todos los ciudadanos del Reino Unido.
"En la tarjeta, el presidente le deseaba a Isabel II que disfrutara de un cumpleaños lleno de buena salud y felicidad, además de una situación de bienestar y prosperidad para todos los ciudadanos británicos", reveló la agencia estatal de noticias del régimen comunista.
La relevancia que ha tenido el aniversario de Isabel II entre las altas instancias del país asiático también se puso de manifiesto durante la recepción que ofreció recientemente la embajada británica en Pyonyang con motivo del cumpleaños, un acto al que acudieron todo tipo de oficiales del estado entre los que, sin embargo, no se encontraba el líder supremo: Kim Jong-un.
Publicidad
La inocencia que aparentemente se desprende de la tarjeta de felicitación recibida por Isabel II podría esconder, según afirman varios expertos en la materia, un claro significado político y, sobre todo, un cambio de rumbo en la estrategia diplomática de la aislada autocracia norcoreana.
"Corea del Norte está buscando nuevos aliados y, como muestra de ello, han enviado varios agentes a Londres para conseguir dinero en el mercado bursátil y negociar ayuda al desarrollo. Pero también existe preocupación por la dirección que tomará el régimen sin el apoyo de China, cada vez más cerca de las potencias occidentales, por lo que todos están tratando de asegurarse asilo político en Gran Bretaña en el caso de que se compliquen las cosas", afirmó Toshimitsu Shigemura, profesor de la Universidad de Waseda (Tokio) al diario Daily Telegraph.
Publicidad