El príncipe Guillermo estaría planteándose renunciar a su trabajo como piloto de ambulancias aéreas para cambiar su residencia Anmer Hall (Norfolk) por Londres, donde pasaría a ocupar una vez más junto a su esposa, la duquesa Catalina, y sus dos hijos uno de los apartamentos del palacio de Kensington.
La razón por los que la pareja real se plantearía abandonar la vivienda que ha sido su refugio desde que la reina Isabel II le cediera su uso como regalo de boda sería la educación de su primogénito, el príncipe Jorge (3), a quien ya habrían matriculado en el mismo exclusivo centro al que acudieron su padre y su tío, Enrique de Inglaterra, en su infancia, y cuya matrícula de cara a cada curso académico cuesta 6.500 libras.
"Enrique ha tenido mucho en que pensar estas Navidades. Disfruta mucho de su trabajo, pero también quiere aumentar sus responsabilidad y compromisos, al igual que Catalina. Las decisiones sobre colegios y guarderías también han pesado mucho en su decisión", asegura un informante al periódico Daily Telegraph.
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Los duques de Cambridge esperan además poder incluir en su agenda más actos benéficos una vez se encuentren en la capital británica.
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"Si llegado el momento les piden que asuman un papel más activo, quieren encontrarse en una posición en que puedan decir que sí. El príncipe de Gales desea establecer una monarquía más eficiente, y eso afectará a las responsablidades de cada uno de los miembros de la familia real. Por otra parte, el interés de Guillermo y Catalina en diversas obras benéficas no ha hecho más que aumentar, quieren participar más a fondo en proyectos que les importen de verdad".
Guillermo y Catalina llevaron a cabo una costosa renovación de Anmer Hall antes de fijar su hogar en la mansión tras su enlace.
Por: Bang Showbiz
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