Como de costumbre, la actriz Nicole Kidman lució un aspecto espectacular el pasado 8 de enero en la gala de los Globos de Oro, pero en esa ocasión no fue su impresionante Alexander McQueen el que dio mucho que hablar, sino su supuestamente errático comportamiento.
La primera salida de tono de la oscarizada intérprete tuvo lugar sobre la alfombra roja, cuando interrumpió la entrevista del británico Tom Hiddleston -uno de los nominados de la velada- sin motivo aparente
Publicidad
"¡Siento interrumpir! Estoy tan contenta de estar aquí y tengo muchas ganas de pasármelo bien, por eso he venido a hacer esto", aseguró a la cámara antes de marcharse rápidamente.
Publicidad
Según asegura ahora el tabloide Woman's Day, varios de los asistentes se preguntaron si la guapa actriz había comenzado la fiesta por adelantado antes de presentarse en el hotel Beverly Hilton para acudir a la ceremonia de entrega de premios debido a su forma de actuar.
Posteriormente, y siempre de acuerdo con la información obtenida por el mencionado medio, Nicole acudió junto a su marido Keith Urban a la fiesta organizada por la cadena HBO, donde no probó ya ni una gota de alcohol, llegando incluso a ahuyentar de malas formas a una de las camareras que se le acercó para ofrecerle un cóctel. Sin embargo, la australiana si demostró tener un apetito voraz al devorar todos los canapés a su alcance mientras su esposo trataba de evitar que su exclusivo vestido no sufriera ningún daño y le sacudía las migas.
Por: Bang Showbiz
Publicidad