Tatiana tiene un ataque de ansiedad a pocos minutos de empezar su boda, todo porque la ceremonia será grande y contará con la presencia de muchas personas. Por eso, su abogada y el padre Rivas deben convencerla para que llegue al altar.
Ya ahí con el coronel Alzate, Tatiana se da cuenta que tomó una buena decisión al casarse con el hombre de su vida y espera que su amor sea próspero y dure para siempre.