El padrino de Manuel resulta ser nada más y nada menos que Barón, el subalterno y ‘cómplice’ del coronel Barragán, quien intentará sacar provecho de la información que le da su ahijado para llegar a Belky.
Sin tener idea de lo que su padrino sabe acerca de lo que Barragán le hizo a Belky, Manuel siente que puede confiar en él como un aliado para su nueva vida en Bogotá.