Joselo relata la historia Betty ‘la enyesadora’, una de sus primas, y su espectacular forma para venderle cualquier cosa a cualquier persona. Es tan buena vendedora que un pastor le compró una imagen del Divino Niño.
También contó una difícil experiencia con un ladrón que tuvo junto a su prima, pero gracias a su capacidad de vendedora salieron ilesas y con cien mil pesos más.