Así nació El Preso, el éxito de Álvaro Velásquez que inmortalizaron Fruko y sus tesos
Álvaro Velásquez escribió la historia de El Preso, un tema que inmortalizó la agrupación Fruko y sus tesos. ¿Una experiencia de la vida real?
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Así nació El Preso, el éxito de Álvaro Velásquez que inmortalizaron Fruko y sus tesos - CaracolTV
Álvaro Velásquez escribió la historia de El Preso, un tema que inmortalizó la agrupación Fruko y sus tesos. ¿Una experiencia de la vida real?
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El Preso ha sido uno de los temas de la agrupación Fruko y sus tesos más sonados en Colombia y el mundo, una canción bailable que retrata la triste realidad de un hombre privado de su libertad. El maestro Álvaro Velásquez, fallecido el 28 de agosto de 2014, fue el compositor detrás de esta letra.
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¿El Preso, de Fruko y sus tesos, está inspirado en una historia real?
Álvaro Velásquez jamás pensó que inspirarse en la triste historia de vida de un amigo en prisión lo inmortalizaría como uno de los grandes compositores colombianos. En Expediente Final, amigos y colegas del músico revelan los detalles detrás de cómo nació este tema musical.
Efectivamente, El Preso es una canción inspirada en una historia real, la de Gustavo Adolfo Gómez, amigo cercano de Álvaro Velásquez, quien fue privado de su libertad en Canadá.
Guillermo León Díez, amigo personal de Álvaro Velásquez, señaló a Expediente Final que la historia nace a raíz de un viaje que el compositor realizó con la agrupación de Los Graduados a Canadá. "Estando en Canadá, alguien de Bello, Antioquia, le dice que su amigo está detenido" y Velásquez decide visitarlo.
Julio Ernesto Estrada, más conocido como Fruko, detalló que ese personaje "estaba preso por narcotráfico, entonces ese amigo le decía prácticamente todo lo que le estaba sucediendo en su vida".
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Tras conocer la triste historia de su amigo, Álvaro Velásquez empezó a escribirla en el viaje de regreso, así lo recordó su esposa Liliana Vallejo. Curiosamente, la canción nace en un principio como una adivinanza: "En el mundo en que yo vivo, siempre hay cuatro esquinas, pero entre esquina y esquina, siempre habrá lo mismo. Para mí no existe el cielo, ni lluvia, ni estrellas, para mí no alumbra el sol pa' mí todo es tinieblas".
A la triste letra de Álvaro Velásquez se sumó el ritmo de la agrupación de Fruko y sus tesos, con la voz del gran cantante Wilson Manyoma. Rápidamente se convirtió en un éxito desde 1975 y hasta nuestros días.
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