A Fabio lo inspira la selva y el río Amazonas. Además de practicar el atletismo, enfocado en pruebas de fondo, le gusta componer merengues, salsa romántica y salsa choque. Considera que tiene resistencia mental, que es espiritual y honesto, además de ingenioso a la hora de utilizar los recursos de la naturaleza.
Tiene 30 años, es casado y tiene dos hijos a quienes considera su mayor bendición. En la actualidad labora como mensajero de una farmacia.