Desde que saltó a la fama como niño prodigio, Stevie Wonder no ha dejado de cosechar éxitos y premios, como sus 25 Grammy y un Óscar a la mejor banda sonora, aunque si algo define al músico es su constante compromiso social, más vivo que nunca en su 70 cumpleaños.
Curiosamente, la última gran aparición pública Wonder data del mes pasado, en el concierto solidario por la crisis del coronavirus que reunió a centenares de estrellas del momento y se inspiró en los "Live Aid" de 1985, en cuyo himno "We Are The World" el artista interpretó los primeros versos junto a Tina Turner y Michael Jackson.
Han cambiado muchas cosas desde aquel 1985, pero la fama y el respeto del que goza Wonder (13 de mayo de 1950, Saginaw, Michigan) en el mundo musical continúan intactos.
Resulta difícil definir cuál es "la década" de Wonder, pues a lo largo de sus más de 60 años en activo no ha dejado de innovar en géneros como el soul, el pop, el funk y el R&B que se condensan en una carrera con 23 álbumes de estudio, otros cuatro grabados en directo, tres bandas sonoras y hasta once recopilaciones.
SUS COMIENZOS COMO "EL NIÑO PRODIGIO" DE LA MOTOWN
Lo cierto es que desde sus comienzos en la música Wonder ya deslumbraba a los ejecutivos de la industria, que lo presentaban como un genio.
A pesar de que se crió en una familia humilde y de la ceguera que adquirió a las pocas semanas de nacer, Wonder creció escuchando el jazz de una emisora de Detroit (EE.UU.) y aprendió a tocar el piano, la batería y otros instrumentos de forma autodidacta.
Con tan solo 11 años, el joven impresionó durante una audición en la legendaria discográfica Motown, que inmediatamente firmó un contrato que lo incluía en un catalogo compuesto por The Temptations, Marvin Gaye y The Supremes.
Nacía así "Little Stevie Wonder", el nombre artístico con el que esta factoría musical bautizó a su descubrimiento, que lanzó al mercado discos como The Jazz Soul Of Little Stevie (1962) y Recorded Live: The 12 Year Old Genius (1963).
Cuando en la adolescencia la voz de Wonder comenzó a cambiar fue una mujer, Sylvia Moy, quien convenció a la compañía de que debían continuar trabajando con él, tras lo que juntos publicaron su primer gran éxito "Uptight (Everything"s Alright)".
Stevie Wonder se desprendió del "Little" (pequeño) y logró sus primeras nominaciones a los Grammy con las que allanó un camino ininterrumpido de creación musical.
PULVERIZADOR DE RÉCORDS
Puede decirse que en los años 1970 comenzó la leyenda de Wonder, tanto que los galardones American Music Awards nombraron a Wonder como el artista de esta década, algo que lo equiparó con Elvis Presley (1950) y The Beatles (1960).
De esta época se desprende la canción "Superstition", uno de los temas emblemáticos del músico y que a día de hoy sigue sonando rabiosamente vigente.
Además, Wonder logró hacer historia al ganar tres veces el Grammy al mejor álbum del año, algo que solo han conseguido Frank Sinatra y Paul Simon -incluyendo Simon & Garfunkel-.
Y en su caso la hazaña fue rápida, con tres lanzamientos seguidos en 1974, 1975 y 1977.
JUEGOS OLÍMPICOS, ÓSCAR Y EL RECONOCIMIENTO DE LA ONU POR COMPROMISO SOCIAL
En 1985, Wonder ganó el Óscar a la mejor banda sonora por su otro tema eterno, "I Just Called to Say I Love You".
A partir de entonces se acentuó el lado más solidario de Wonder, quien fue una de las estrellas que cantaron el himno "We Are The World" para reivindicar la solidaridad internacional.
Un par de años antes, el músico fue uno de los principales activistas para que el Día de Martin Luther King se proclamara día feriado nacional en Estados Unidos y también abogó por el fin de la segregación racial en Sudáfrica.
De hecho, las Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombró a Wonder "mensajero de la paz" por "reflejar en su carrera su preocupación por las cuestiones humanitarias".
La vertiente internacional de Wonder impulsó que actuará en uno de los pocos escenarios que le quedaban por pisar: La clausura de los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.
También participó en la inauguración presidencial de Barack Obama, en 2009, y estuvo presente en los memoriales de compañeros de profesión como Michael Jackson, Etta James y Whitney Houston.
Y con 70 años recién cumplidos, 60 dedicados a la música, la asistencia de Wonder en el evento más multitudinario por la crisis del coronavirus de 2020 se daba por descontado. EFE
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