Una fila que parecía ser la de un concierto de algún artista juvenil que con su música cautiva a los más pequeños. Los vendedores ambulantes con sus gorras que decían "Juan Pa" (en referencia al Youtuber). Los deseos por conocer a los personajes que hacen reír con sus ocurrencias y locuras al público que esperaba desde hace mucho tiempo la llegada de sus grandes amores. Así fue el panorama a grandes rasgos del Club Media Fest 2017.
Foto: Santiago Tovar/Prensa Caracoltv.com
Para madres cómo Johanna Triana, este espacio genera una gran emotividad para sus dos hijos que ven en sus Youtubers favoritos una gran forma de entretenimiento.
“Tiene un buen mensaje para los chicos, los youtubers hacen responsablemente su labor porque por medio de ellos aprenden, están en contacto con varias personas del mundo y sus culturas, eso me parece importante y me gusta”, menciona la madre de familia que acompañó a sus hijos durante el evento.
Publicidad
Con los testimonios de los padres vienen el amor y el cariño por dejar marcado en sus hijos una pasión que mueve las barreras del conocimiento de las culturas de otros países, los sucesos de otros personajes latinoamericanos a través del mundo y la experiencia de entender el mundo digital como su espacio para el cambio y el aprovechamiento del mismo para su vida cotidiana.
“Nuestro público es la familia, y nos permite armar el festival tal cual lo soñamos: con varios escenarios, una zona de gastronomía y de juegos, y un área de ‘meet and great’. Este es un espacio fantástico”, menciona José Luis Massa, productor general del Club Media Fest.
Publicidad
Dos escenarios, más de 30 Youtubers, alrededor de 50.000 personas, casi 50 alias y patrocinadores, entre 10 y 20 locales de comida, bandas en vivo, juegos, espectáculos y hasta comedia. Todo pudo entrar en un evento que se formó sin precedentes en Colombia y que ha estado en varios países latinoamericanos llevando el color y la alegría que tiene la Web.
Al final, quedan las fotos, los recuerdos, los regalos y las ganas de poder seguir al lado de aquellos que cada día se muestran con alegría y diversión para los chicos que en este espacio no tienen un estrato social o una forma de compararse con otros. En el mundo digital somos iguales en cuanto a la pasión que nos transmiten los que hacen de la red un espacio para el cambio y la emotividad. Por eso, no importan las filas, el cansancio y el dinero, porque al final se contribuye al mundo con lo más mínimo y que a la vez es bastante, el amor por la web.
Por: Santiago Tovar y Lina Galvis