Mabel está preocupada por la seguridad de Felicito, pero sabe que no puede hacer nada sino quedarse en su casa y esperar. Mientras hace eso, escucha en la calle música y gritos de mariachis, pero no pone cuidado pensando que es para otra persona.
Pero pronto se da cuenta que es para ella, ya que Miguel grita su nombre y le pide que le dé una oportunidad. Mabel, por su parte, le dice que se vaya y se consiga a una mujer de su edad.