Armida se siente perdida con todo lo que está pasando en su vida en este momento y, para colmo de males, recibe una llamada que le avisa sobre una demanda impuesta por Narciso. Ante esto, ella decide pedirle a Claudio que sea su representante y se encuentre con él.
En la cita, Narciso le dice que la va a demandar por alimento y otras incoherencias por la relación que tenían. Sin embargo, Claudio es más inteligente y sabe que nada de lo que él dice tiene sentido y, por el contrario, cree que todo es un plan para recuperarla y estar cerca de ella.