Albeiro ayuda a Gertrudis a darse cuenta que Tiburcio no puede ser ‘La Arañita’ porque él no sabía que Felicito no era su padre y esto ya lo sabían los extorsionistas en una carta que le habían enviado.
Gertrudis recuerda que solamente el padre Pepín sabía su secreto y él pudo haberlo contado a alguien o él mismo ser ‘La Arañita’. Esta teoría cobra más fuerza cuando comprueban que Pepín tiene negocios turbios con unos narcos.